El desarrollo de la industria musical le debe su éxito a la incorporación de las artes visuales a las composiciones musicales. La combinación de imágenes e historias visuales con temas musicales ha significado una verdadera revolución en las formas de consumo cultural de las recientes generaciones. Grandes figuras del pop y rock internacionales han dejado huella no solo con su música sino por la innovación que presentan sus videos. Mencionemos tan sólo el caso del video de la canción Thriller de Michael Jackson (ver más abajo), que introdujo con una producción cinematográfica, la tendencia a contar historias aleatorias al tema de la canción.
Si bien, mencionamos una pretendida homogeneización de la música vernácula y la pop-rock, es necesario aclarar que, una vez analizado el caso de VideoRola, como el canal de videos gruperos hegemónico en el continente, concluimos que las producciones de videoclips gruperos no han alcanzado un nivel realmente aceptable en cuanto a calidad de producción ni a narrativa. Comparativamente, han quedado cortos en creatividad, en propuesta narrativa, en elaboración y en idea. Es sólo cuestión de ver el primer video considerado grupero (véalo más abajo) y ponerlo frente a los que actualmente transmite Video Rola, para darse cuenta que no ha habido una evolución significativa.
Aunque ha habido aumento en la cantidad de videos producidos para el mercado de la música ranchera, norteña y de otras agrupaciones vernáculas, no se ha visto una alza en la calidad de los mismos. Creemos que en parte se debe al bajo presupuesto que manejan algunas de estas producciones, pero también responden a una estrategia de posicionamiento ante el público al que van dirigidos. Comúnmente se busca exaltar la figura de los integrantes del grupo e involucrarlo en historias cotidianas, con la finalidad de acercar al destinatario a una espectacularización más tangible y próxima.
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